Al analizar más específicamente los clusters en América Latina, Altenburg y Meyer-Stamer (1999) sugieren una tipología distinta que refleja la diferencia de realidades entre los clusters internacionalmente competitivos y los de subsistencia a nivel local, que a su vez se resumen en este cuadro:
Los clusters también atraviesan un ciclo vital de nacimiento, crecimiento, madurez y declive. El conglomerado no implica en modo alguno un seguro contra ese declive y existe evidencia sólida de que la interacción e interconexión estrecha puede limitar su capacidad de respuesta ante cambios radicales, puesto que un esquema de interconexión demasiado complejo crea un patrón de comunicación que fomenta la visión en túnel y el conservadorismo colectivo. El declive de los clusters aparentemente alienta el comportamiento predatorio más que la acción colectiva local.
Finalmente, mientras que en las actividades de promoción de los países en desarrollo los clusters continúan siendo mayormente considerados desde un ángulo espacial de estrecha definición, las iniciativas similares en Europa cada vez se alejan más de esa perspectiva y procuran establecer sistemas de empresas en industrias muy interrelacionadas dentro de una región más extensa, generalmente una provincia o un estado.
lunes, 12 de noviembre de 2007
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